¿Ración de ibérico o gusanos?

La mayoría de las personas que lean este artículo pertenecen a lo que denominamos sociedad occidental. Un término asombrosamente inexacto y que hace referencia a quienes viven en gran parte de América, Europa u Oceanía, así que poco importa si estás en occidente u oriente.Para la inmensa mayoría de estas personas la idea de alimentarse con insectos es algo repugnante, cuando no terrorífico e impensable. Pero si nos quitamos las orejeras veremos que en el mundo hay más de 2.000 millones de habitantes que los consumen a diario y son parte de su dieta habitual. Así lo explica la pasada conferencia mundial sobre insectos y alimentación organizada por la FAO.

Gusanos de seda a la venta en Corea del Sur

Gusanos de seda a la venta en Corea del Sur

Mi mamá me enseño que había que probarlo todo. 

Seguro que muchos lectores fueron educados con la misma creencia, si bien es cierto que la mayoría de nuestras madres no nos ofrecían saltamontes o gusanos para comer. Pero cuando salimos a conocer un poco de mundo nos topamos con esta realidad. El gusano, ese rico manjar para almorzar, cenar o picar entre horas.
Al principio puede que el viajero obtenga la típica foto de los insectos como anécdota para contar al resto. ¿Pero en qué momento se pasa de la foto al cucurucho de insectos? Cuesta decirlo, pero tal vez el roce haga el cariño o los años logren romper algunas barreras psicológicas y culturales.

gusanos en vaso

gusanos en vaso

Gusano de seda, ese rico y sano manjar coreano.

Este insecto es muy común pues se cría por el hombre para la obtención de seda. En Asía, principal productor de este hilo en el mundo, es muy común verlos. Según me explicó un coreano, durante las décadas posteriores a la guerra entre las dos coreas, el país tenía muchas industrias de seda. Las personas que allí trabajaban prácticamente no tenían ni para comer y fue entonces cuando surgió la costumbre de consumirlas. Se da la circunstancia que estos gusanos tienen menos de un tercio de grasa que la carne de ternera y son una gran fuente de proteínas. Así que es muy sano.

En corea, hoy han cambiado las industria del gusano de seda por la de teléfonos móviles, coches, pantallas y electrodomésticos en general, pero siguen importando crisálidas de China para poder disfrutar este rico aperitivo.

Su nombre allí es ‘Beondegi’ y se corresponde con nuestra ‘crisálida’.

Primer plano gusano de seda.

Primer plano gusano de seda.

¡Póngame un vaso de gusanos, por favor!

Había terminado de darme un baño en la famosa y concurrida playa de Haeundae al sur de Corea del Sur, es uno de esos momentos en los que se abre el apetito y te comes cualquier cosa. Qué mejor instante para probar las crisálidas. Las venden en unos puestos junto al paseo donde se sirven además todo tipo de mariscos. Ya había probado anteriormente insectos en China, Camboya o Vietnam, pero nunca este tipo de gusano en concreto.

Les dejo un vídeo con la experiencia. No fue mala, pero no es mi aperitivo preferido. Las preparan hervidas o al vapor  y tienen mejor sabor que olor. Si te fías del aroma que desprenden ni las pides. Las raciones como verán son por vasos y les aseguro que no las terminé. Son suaves por fuera y duras por dentro. No olvidemos que se cocinan en ese tránsito hacia la mariposa y en el interior se nota que hay algo, ese principio de mariposa. Así que el interior es algo crujiente, un poco terroso. Sabe a tierra. En los dientes la sensación es un poco parecida al berberecho que tiene un poco de arena. El sabor nada que ver, lógicamente.

Les animo a que las prueben, no tiene una textura desagradable. Se deja comer, tampoco su sabor es fuerte. Ahora bien, le diría a todos esos señores y señoras de la FAO en ONU que proponen comer insectos para solucionar el problema del hambre en el mundo que se animen los primeros, por tener la experiencia.

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