¿Es ‘Ronda 14’ el mejor restaurante de Asturias?
No seré yo quien se dedique a otorgar clasificaciones, máxime cuando me parece tremendamente injusto otorgar categorías desde el desconocimiento. No he tenido el placer de visitar los mejores o más afamados locales de la región.
El ‘Ronda 14’ lejos de las tradiciones fabes o escalopines al cabrales, es un establecimiento dedicado a la alta gastronomía peruana con una exquisita fusión con la japonesa. Después de viajar por más de 70 países son muchas las personas que me preguntan dónde se come mejor. En ese momento cierro los ojos y me transporto a bocados de un lugar a otro y, sin duda, en la cuenta mediterránea se come mejor y más variado que en ningún otro rincón del planeta. Luego, si quieren, podemos discutir si es España o Italia, si la cocina árabe o la otomana… pero sin duda, en el Mare Nostrum se cuecen los mejores platos.
Ahora bien, si me obligan a salir de nuestra cocina mediterránea debo decir que la cocina japonesa y la cocina peruana son, con diferencia, mis preferidas. A comienzos del milenio tuve el gusto de recorrer el país andino alojándome en los extraordinarios hoteles boutique de ‘Casa Andina‘, una cadena local de alto postín que en aquellos años presumía de contar en sus cocinas con los mejores chefs del país. Eran los primeros años de la nueva cocina de fusión peruana, los años en los que ‘Astrid y Gastón‘ despuntaban con fuerza en Lima. Recuerdo en aquellos comedores bien presentados comer auténticas obras de arte, platos presentados como nunca antes había visto. Pero sobre todo recuerdo descubrir sabores nunca antes imaginados. Combinar a la perfección el picante con el frescor. Desde ese momento me interesé por su gastronomía y he observado con admiración su buena progresión por el mundo.
De la cocina japonesa… ¿qué les puedo decir que no sepan? Desde mi punto de vista, la mejor fuera del mediterráneo. Con creces la mejor de Asia, sin rival entre los amantes de la gastronomía de un bocado. De los nipones aprendí la importancia de la relación cantidad con la calidad. Que cuando tienes la boca completamente llena es cuando los aromas parecen invadirte. En ese instante en el que no sabes si tragar, respirar o morir de placer. Ese momento en el que comienzas a mezclar en la boca y sientes casi orgasmos y entiendes que algunas personas prefieran un buen bocado a un encuentro sexual.
Ceviche nikkei con pure de boniato
Ronda 14
Dicho esto vamos a disfrutar de un almuerzo en ‘Ronda 14’, un restaurante de cocina Peruana-Japonesa que tiene pretensiones de todo y razones no le falta. Han triunfado en Asturias y desde hace unos meses han abierto en Madrid. Quien les escribe no les puede decir si se trata del mejor de Asturias pero si nos guiamos, por ejemplo, por Tripadvisor descubrimos que es el mejor valorado en Avilés.
Estuve allí con unos amigos, también viajaros y amantes del buen comer. Ellos ya lo habían disfrutado pero insistieron en que lo visitase aprovechando un viaje a tierras asturianas. Acertaron.
Tiradito a la crema de ají amarillo
El local es sencillo, tampoco minimalista como adoran los japoneses. No cuenta con una decoración sorprendente, pero afortunadamente lo mejor del ‘Ronda 14’ se come, al fin y al cabo es un restaurante. Tiene pocas mesas, algo que me encanta, pues la relación ‘atención, ruido, rapidez’ suele ser extraordinaria, como en este caso.
Uno de los socios se encarga de recibir a los nuevos comensales a la sala, y tras manifestarle que nos poníamos en sus manos todo comenzó a fluir. Se interesó en saber si conocíamos las cocinas peruanas y japonesas, así que tras saber que no solo conocíamos su cocina sino que además la habíamos probado en los correspondientes países aquella mesa intuyo que se convirtió en un reto. Se nota cuando tienes delante de ti a una persona que conoce la carta a la perfección y es sabedora de que no se puede equivocar, pues todo lo que sale de cocina merece una mención. Las propuestas las explicó con detalle y sin resumen, con pasión y un poco de intriga, esa que provoca que quieras probarlo todo ya.
Nigiri-hamburguesa de wagyu, rocoto y azul
Los platos llegaron en el mismo orden que los había propuesto. Dijimos que sí a todo, no pusimos ninguna condición, ni por cantidad ni por tipo de alimentos.
La presentación de los platos es buena, sin demasiadas sorpresas. Igual se sigue abusando un poco de las láminas de pizarra negra para presentar, pero el arroz de los rolls y nigiri siempre destacan sobre un fondo negro.
Cada bocado tuvo éxito entre los cuatro, ninguno pudimos ponerle un solo pero a nada. Sencillamente sublime. La combinación de los ingredientes era sensacional. Perfectamente compensando, muy bien proporcionado el arroz con el resto. Saltar de la carne caliente al pescado frío para regresar al ceviche crudo, un acierto. A priori podría parecer arriesgado, pero un acierto. Una buena montaña rusa de sabores fuertes con bocados suaves para volver a la carga con otro punto de picante.
Mar y montaña (langostino y carne roja) y Roll de quinoa y ají amarillo
Cuando habíamos terminado los platos principales quedaba justo el hueco exacto para un postre. Tal vez el ‘Coulant de Chocolate’ fue excesivo, por su cantidad digo. Desde luego el que vaya justo, con este postre termina de completar. Es un auténtico Coulant, sin trampas, que los prefabricados se notan demasiado y este, según explicaban en la propia carta, demoraba 10 minutos.
Coulant de chocolate en ‘Ronda 14’
La relación calidad-precio es muy buena. Seguro que el mismo local en otra plaza, tal vez en Madrid, podría subir más los precios, tal vez en Avilés su público no lo entendería, pero está a la altura de los mejores.
Así es que mi recomendación es que no lo dude, vayan al ‘Ronda 14’ y dense un verdadero homenaje con la excepcional cocina peruana y japonesa en maravillosa fusión. Tienen un poco de lo mejor de ambos lados del océano.
Como hago siempre, les recuerdo a mis lectores que no tengo ninguna vinculación económica ni fraternal con la empresa, me siento y pago como todo el mundo. Esos sí, cuando algo me gusta mucho voy y lo cuento, porque esto hay que contarlo y decirlo bien alto. Son buenos, muy buenos, cocinan bien, con mimo. Felicidades.
