El lío de las alertas y los avisos meteorológicos.

He de reconocer que también he caído durante un tiempo en el error de informar sobre ‘alertas amarillas o rojas’ siendo completamente incorrecto.

Hace un tiempo, sentado a una mesa con Adrián Brito – experto en seguridad y emergencias – y Felix Díaz – colega periodista especializado en seguridad ciudadana – me explicaron las importantes diferencias entre avisos y alertas. Ojalá muchos responsables políticos hiciesen lo mismo.

AVISOS

Un aviso hace siempre referencia a un fenómeno meteorológico y se clasifica por colores:

Verde: No hay ningún riesgo meteorológico.

Amarillo: No hay riesgo meteorológico para la población en general aunque sí para una actividad en concreto. Mar fuerte – pudiendo afectar a una regata – o importantes nevadas a determinada altura, son algunos ejemplos de afecciones puntuales.

Naranja: Un riesgo metereológico importante. Fenómenos no habituales y con cierto grado de peligro para la actividades usuales. Por ejemplo, vientos superiores a una determinada velocidad o un número determinado de litros por metro cuadrado de lluvia.

Rojo: Riesgo meteorológico extremo. Con fenómenos muy poco usuales y con graves riesgos para las actividades habituales.

La propia AEMET publicó una tabla explicando las diferencias.

Cuadro de AEMET sobre diferencias entre Avisos y Alertas

Cuadro de AEMET sobre diferencias entre Avisos y Alertas

Los avisos se basan en valores objetivos, por umbrales. Es decir, a partir de x litros por metro cuadrado pasa de verde a amarillo y de ahí a naranja.  Son datos concretos en función de la predicción y cada comunidad en España tiene sus propios umbrales.

Los avisos sí son públicos para todo el mundo. Se publican en la página de la AEMET pudiendo ser consultados. Son una información sin afección directa sobre la población. Son los organismos de Seguridad y Emergencias de los gobiernos los encargados de generar alertas al interpretar estos avisos.

Aquí está la tabla de la AEMET sobre umbrales y niveles de aviso por comunidades teniendo en cuenta temperaturas máximas, mínimas, vientos, precipitación en 12 horas y precipitaciones en 1 hora así como nevadas. Las de toda España. En el cuadro destaco solo Canarias, pues varían en función de cada zona geográfica.

Avisos por colores de AEMET para Canarias

Valores establecidos para la publicación de avisos por colores.

ALERTAS

Las alertas son decretadas por la administración pudiendo ser nacional, autonómica, insular y local. Lamentablemente no coinciden todas en el nombre que reciben, cada cual hace la suya originando confusión en la población.

En teoría las alertas se suelen relacionar con los avisos por colores de la Agencia Estatal de Meteorología. Cada organismo toma decisiones, pero ya no son objetivas como los avisos meteorológicos. Si la AEMET ha publicado un aviso naranja, y este afecta a una zona donde hay población, lo lógico es que se decrete una alerta también para esta zona y así activar los efectivos necesarios. No siempre los avisos y las alertas van de la mano.

La AEMET  puede emitir un aviso naranja por fuertes vientos a más de 2.000 metros de altura y la administración no decretar una alerta por entender que a esa altura no afecta a la población.

Además, cada administración puede decretar sus propias alertas en función de la zona de su competencia.

Ejemplo: En un un municipio de España se puede decretar una alerta máxima por estar sufriendo lluvias de 150 litros por metro cuadrado y a 50 km de allí, en otro municipio, lucir el sol y no estar activada ninguna alerta.

Estados de alerta

Vamos con los diferentes estados de alerta dependiendo del riesgo para la población:

Estado de prealerta: Se trata de un estado interno para advertir a todos los agentes implicados en la protección civil y como su nombre indica, pretende prealertarles ante un posible fenómeno adverso. Es como decir, ¡estar atentos!

La prealerta no afecta a la población, que continúa con su vida cotidiana ajena a la misma. Las prealertas no deben hacerse públicas aunque lamentablemente siempre sale alguien a contarlo en las redes sociales, por ejemplo. Un caso muy habitual es el concejal recién llegado al área que publica el documento, alertando así indebidamente a la población. A lo largo del año se pueden producir muchas prealertas que no deberían llegar a publicarse.

Estado de alerta: Es la situación siguiente a la prealerta. Ahora sí que se informa a la población y se realizan una serie de recomendaciones concretas. Se decretan, como decía, por zonas o para la totalidad del territorio y están pensadas para prevenir a la población ante un determinado riesgo. Con una alerta se pueden a su vez tomar otras decisiones como el cierre de colegios, suspensión de actividades deportivas, etc. Los servicios de emergencia inician los protocolos establecidos.

Estado de alerta máxima: Es la máxima situación que emite la administración y suele llevar aparejada la toma de decisiones con más repercusión sobre la población, como puede ser permanecer en sus casas y cancelar toda actividad que no sea estrictamente necesaria. Los servicios de emergencia y protección civil están activados en su totalidad.

Resumen:

Avisos: los emite la Agencia Estatal de Meteorología de manera objetiva en base a unos valores preestablecidos, son públicos y no vinculantes.

Alertas: las decreta la administración de manera subjetiva teniendo o no, como referencia, a los avisos y dependiendo de su nivel. Afectan en mayor o menor medida a los ciudadanos.

Me quedo con la tabla que publicó Adrián Brito en su web para diferenciar los avisos por colores de las alertas por estados.

Cuadro diferenciando las alertas de los avisos.

Cuadro diferenciando las alertas de los avisos.

Anecdotario.

Se supone que todos las personas que forman parte de protección civil b- desde los cuerpos directivos hasta los voluntarios pasando por las fuerzas y cuerpos de seguridad y emergencias – deben conocer la terminología y por supuesto no confundir alertas con avisos.

Como podrán imaginar esto es España y hay gente para todo. Un caso llamativo vivido en primera persona fue una entrevista que se le estaba haciendo en Cope Canarias a la responsable de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias. Blanca Pérez, Viceconsejera de Seguridad y Emergencias se lió una y otra vez con la terminología, hablando de alertas naranjas, cuando su área es la encargada de emitir prealertas, alertas o alertas máximas, evidentemente sin colores como les he explicado anteriormente. Podría decir que la diferencia entre alertas y avisos es de primer curso, claro que a los políticos que se les pone a dirigir las emergencias, no se les exige ni un curso de fin de semana, luego pasa lo que pasa.

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